jueves, 25 de abril de 2013

EL SUEÑO ROTO....DE LA ESCUELA TAURINA SEVILLA-AMATE

No hay nada nuevo bajo el Sol que diría aquel. De todos es sabido, las vicisitudes y trabas por las que tiene que atravesar, cualquier muchacho que sueña con ser torero.
Atrás quedó aquellas imágenes en sepia, del maletilla solitario por cualquier camino de España, en busca de una tapia para poder poner en práctica, su afición al toreo.
Hoy por fortuna, los chavales que sueñan con ser toreros, cuentan con estamentos oficiales y escuelas taurinas que bajo la dirección de profesionales del toreo, inyectan a los neófitos, ese veneno bendito, del arte de la tauromaquia.
Puede parecer una paradoja, pero esto que les voy a contar, es real como la vida misma. Incluso tal vez pueda resultar subrealista, pero nada mas lejos de la realidad.

Sucedió hace unos días, en la querida localidad de Jerez de la Frontera. Aquí se encuentra ubicada, la Federación Andaluza de Escuelas Taurinas, órgano regulador dirigido por Eduardo Ordoñez, a la sazón, el que parte y reparte el bacalao en esto de poner o quitar a un novillero, de los certámenes promocionados por una cadena de televisión que pagamos todos los andaluces. Ya sabe usted a cual me refiero, si no, eche un vistazo a su bolsillo, y dígame cuanto le cuesta..

Para ponerle en antecedente, la Escuela Taurina de Sevilla-Amate, cuenta en la actualidad con una treintena de alumnos que practican el toreo, bajo la dirección del matador de toros retirado Curro Camacho.
Algunos de ellos, dada sus aptitudes y su buen andar en las caras de los añojos y erales, dan buena muestra de estar  suficientemente preparados para optar a una plaza en los certámenes de promoción novilleril, anteriormente citado.

Tras unos tentaderos previos, se procede a la selección de aquellos novilleros que formaran parte de los certámenes de promoción, donde se dejarán la piel, para optar por una plaza en la final, y resultar vencedor.

Mediante un sistema de puntuación establecido por un jurado designado por el órgano ejecutor, léase Federación Andaluza de Escuelas Taurinas, se realizan las diversas puntuaciones que servirán a la postre para escoger al novillero mas preparado a juicio de este singular jurado, nombrado a dedo y sospechosa mente declarado imparcial.

Como curiosidad digna a destacar, este jurado lo forman, directores artísticos de cada escuela taurina, salvo la Escuela Taurina Sevilla-Amate, pese a pertenecer de pleno derecho a la Federación Andaluza de Escuelas Taurinas.

He aquí, cuando se desprende ese nauseabundo olor a podrido de esta Federación, donde al mas fiel estilo "Juan Palomo" se ningunean los sueños de los novilleros de la escuela Sevilla-Amate.

Todo esto que les acabo de contar, cuenta con el beneplácito de una institución que debería velar por los intereses de todas y cada una de las escuelas taurinas, para que no se produzcan estos desmanes y muchos mas. Dicha institución llamada JUNTA DE ANDALUCÍA, hace oídos sordos, o mejor dicho el "Don Tancredo", ante recomendaciones tales como, celebrar elecciones en el seno de la Federación Andaluza de Escuelas Taurinas.

¿Que bien lo tenemos montado, verdad?,.... perfectamente puede ser la frase dicha entre los directivos y jurados de esta Federación.

Tras conocerse los resultados de las votaciones, se da la extraña circunstancia, que todas las Escuelas Taurinas de Andalucía tienen uno o dos alumnos representados en los certámenes de promoción, salvo, la Escuela Taurina Sevilla-Amate.

¿No les resulta demasiado extraño?.

Sin representación oficial en el jurado de las votaciones, sin ningún directivo de la escuela en la dirección de la Federación, sin...... Empero ojo, que no se les olvide de pagar sus cuotas correspondientes y estar al día de sus obligaciones, so pena de sanción.

Mientras tanto, los sueños y los anhelos de toreros jóvenes aunque suficientemente preparados (TJASP), quedan rotos en el ostracismo de un jurado lleno de frustraciones toreras, anclados en el poder establecido y capaces de morder como lobos, antes de mirarse sus propias vergüenzas.

Desde aquí, ánimo a esa treintena de alumnos de la Escuela Taurina de Sevilla-Amate, que sigan en sus empeños de ser torero, algún día taparan muchas bocas, nadie les dijo que esto sería un camino de rosas, ni mucho menos.