Era Ramón Soto Vargas torero gitano originario de Camas (Sevilla) murió en la Plaza de Toros de La Real Maestranza de Caballería de Sevilla al ser corneado por el tercer novillo del festejo celebrado el 13 de septiembre de 1992 (y que le correspondió su lidia y muerte al novillero Leocadio Domínguez). A la salida del tercer par de banderillas el toro "Avioncito" empitonó al banderillero Ramón Soto Vargas. Como consecuencia de la cogida, el infortunado torero dejó de existir unas horas después en la enfermería de la plaza. El toro de nombre “Avioncito”, Nº. 5, negro listón de capa de 458 Kg. de peso, era de la ganadería del Conde de la Maza. Tres horas después de la cogida, ocurrida hacia las 19.55, el cirujano jefe de la plaza, el doctor Ramón Vila, con el rostro desencajado, anunciaba la muerte del subalterno, debida a las heridas en el hemitórax, que le afectaron el corazón.
Ha transcurrido veinte años desde aquel fatídico 13 de Septiembre del 92, sin embargo aún perdura en la memoria del aficionado de Sevilla la grandeza de un torero de plata, de gusto exquisito, y una calidad humana entrañable.
La cogida de Ramón fue una de las muchas que sufren los banderilleros. El novillo, con trapío de toro y 458 kilos de peso, manso como todos sus hermanos, fue muy reservón en el segundo tercio. Sin apuros, pero sin lucimiento, habían colocado banderillas Soto Vargas y Juan de Triana. Al cerrar el tercio, el primero de ellos fue arrollado tras clavar los garapullos y cayó al suelo junto a la barrera del tendido 7. El novillo hizo por él en un instante. El banderillero se levantó por su propio pie y fue su compañero Juan de Triana quien se percató de que tenía manchado de sangre el forro de la chaquetilla
Hoy la sevilla taurina rinde homenaje a Ramón Soto en el vigesimo aniversario de su muerte para que perdure en el tiempo la meoria de un torero de plata, gitano y de arte..
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